Crucé la puerta y sólo encontré un retrato. Tu retrato. Ahí estás. Aún con esas ojeras y las manchitas que te dejó la varicela, pero sonriente de haberte aliviado. Que marco tan feo le pusimos a esa foto, ja ja ja ja.
Deberíamos cambiar el piso de esta habitación. Me pregunto qué tan buena idea fue poner piso de madera, aquí llueve mucho y ya está hinchado en varias partes, las termitas ya han hecho de las suyas y el crujir de las tablas en medio del silencio, manda al diablo mis pasos de puntillas para no despertarte.
Huele raro.
Mezcla de jazmín y azahar que mete el viento por la ventana que, como siempre, dejé abierta antes de irme. Pero el aroma a jazmín no tiene sentido. No sé de donde viene. Qué raro.
¿Dónde estarás?, ¿ya pasan de las cinco?, ya deberías haber llegado.
No sé ni que hora es, pero sé que deberías estar aquí.
Qué raro.
Qué descuidado está todo, ¿por qué no pintamos la cocina el próximo Domingo?... ¿qué día es hoy?
Me siento muy mareado. Mejor te espero en la sala. Me recostaré en el sofá mientras llegas.
Ya es de noche!!, me quedé dormido!!, ¿qué hora será?. Siento mucho frío en la nuca, qué sensación tan más rara y las piernas apenas me responden.
No me siento bien.
La puerta!!, por fin llegas.
- ¿Qué pasó?, ¿por qué estás llorando?... contéstame!!, llevo toda la tarde esperándote, me recosté un rato y se me hizo tarde, me sentía mal, una sensación tan extraña... apenas cerré los ojos y... ¿dónde estabas? responde!!...¿por qué lloras?... ¿acaso no me escuchas?
¿y esa caja?, ¿qué hay en esa cajita?, ¿quién te la dio?... ¿por qué tiene mi nombre grabado?... levántate, deja de llorar, contéstame!!, ¿qué tienes?!!... ¿me escuchas?
Ah!, esa horrible sensación otra vez... mi piel, ¿qué le pasa a mi piel? se pulveriza, ¿qué le pasa a mi voz?... mis piernas... se desvanecen.
