lunes, 6 de julio de 2009

The Tarantino Experience


Desde que se ha fusionado el audio y el video, la música ha pasado a tomar un papel protagónico en las grandes producciones cinematográficas.
Grandes orquestas y excelentes directores, nos han llevado por torrentes de sentimiento auditivo que aunado a escenas memorables del séptimo arte, hemos podido sentir como si estuviéramos ahí.

¿Qué sería de aquellas grandes películas épicas, sin los victoriosos y sonoros acordes de trompetas, mezclados majestuosamente con timbales orquestal
es?, aquellas que nos han hecho sentir el dolor de la guerra y las grandes e históricas batallas.

¿Cómo hubiera sido Star Wars sin el toque de John Williams en la "Marcha Imperial" de fondo cada vez que a Darth Vader se le ocurría una nueva culerada?

Las dramáticas escenas de Apocalypse Now sin "Ride of the Valkyries", Indiana Jones sin "the Rider's March", Rocky subiendo las escalinatas del Museo de Arte Contemporaneo de Filadelfia sin "Eye of the tiger", las melancólicas melodías de Nino Rota en "The Godfather's Theme", hecha para la saga de películas de El Padrino.
Tal vez a Humprey Bogart nunca le hubiera quedado París si no hubiera escuchado a Sam (Dooley Wilson) tocar "As time goes by" en Casablanca, ó las legendarias y misteriosas melodías de Ennio Morricone en "El bueno, el malo y el feo".

Sin duda alguna, todas estas joyas del cine, dificilmente hubieran podido pasar a la historia con sus memorables escenas, sin el respaldo de estas grandes piezas musicales que inmortalizaron grandes escenas en la memoria colectiva.

Pero así como grandes compositores han colaborado con grandes directores de cine en la realización de bandas sonoras, otros genios del séptimo arte han optado por recurrir a sus gustos personales y de esta forma adornar musicalmente su creación cinematográfica, echándose un clavado en su discoteca personal y seleccionando así los tracks más afines a lo proyectado en pantalla.

En esta ocasión en específico, hablo del genio perverso Quentin Tarantino.
Sus filmes son atemporales, pero logra cierta reminiscencia a la epoca de los 50's, 60's y 70's, con bandas sonoras que recorren el folk, el blues, R&B, soul, twist y coqueteos de rock & roll, todo envuelto en un ambiente groove de celofán que adorna en tornazules, esa gama de sabores y texturas que nos brinda el deleite visual de sus películas.

Echando mano de leyendas (Johnny Cash, Joe Cocker, Nancy Sinatra, Dick Dale) y otros no tan leyendas (Ladybug Transistor, The Surf Coronados, 1910 Fruitgum co.), Tarantino ha sacado lo mejor de cada una de sus películas, para empaquetarlo en dos discos, al más puro estilo "the very best of..."

The Tarantino Experience, ofrece un viaje a lo largo de la filmografía de este demente, montándonos en un Cadillac modelo 1965 formado de 24 canciones, que por su versatilidad, lograrán lo que pocos discos hoy en día pueden lograr: aguantar el disco completo sin darle Fwd>> a una o más rolas.